En 2019, harto de las visiones catastrofistas del futuro que nos espera, decidí escribir un libro que contara una visión más optimista. Una visión en la que la tecnología nos ayuda a mejorar y nos aumenta, una visión cuyo resultado estoy a punto de publicar con el título de “El fin de la INERCIA”.
En este post haré un resumen de mi experiencia durante estos dos años por si sirve de ayuda o estímulo a los que estén en un proceso parecido. Quizá no sea una guía de cómo escribir un ensayo divulgativo sino una descripción práctica de cómo lo he hecho yo.
LA MOTIVACIÓN IMPRESCINDIBLE
Quizás lo más importante.
No busques cómo escribir un ensayo si no estás motivado.
Si empiezas la escritura de un libro, y es algo en lo que coinciden todos los autores con lo que he hablado, vas a dedicar muchas horas y mucho esfuerzo. Puede ser un hobby pero debe convertirse en un hábito (o en un vicio) y para eso necesitas motivación.
En mi caso la motivación de «El fin de la INERCIA» fue combatir ensayos como los de Jaron Lanier (ver “¿Quién controla el futuro?”) o Gerd Leonhard (ver “Tecnología vs Humanidad”) en los que se describe un futuro distópico. Un futuro en el que los individuos estaremos sometidos a la tecnología y a las mentes malignas que la dirigen.
Reconozco que estoy caricaturizando estos y otros ensayos similares. Su conocimiento de la realidad, su perspectiva del futuro y el nivel de madurez de su pensamiento es muy interesante. Pero también es un hecho que olvidan en gran medida los beneficios que la tecnología tiene y ha tenido.
Los documentales al respecto son más preocupantes haciéndome sentir actor secundario (el que siempre muere) de una película de ciencia ficción.
Por lo general, tienden a minimizar:
- Que esta no es la primera Revolución Tecnológica a la que nos enfrentamos y que en todos los casos anteriores el resultado ha sido una sociedad mejorada
- Que como individuos y sociedad ya estamos disfrutando de beneficios generados por la Revolución Digital.
- Y que las personas tenemos el poder individual y colectivo de dirigir el desarrollo de la tecnología y su aplicación con nuestras decisiones. No somos actores pasivos sino protagonistas con nuestras ambiciones e ideales.
EL MOMENTO DE LANZARSE A ESCRIBIR
En verano de 2019 estaba cansado y poco motivado para seguir adelante con este blog pero tenía ganas de contar mi visión. Los posts se me quedaban cortos para transmitir lo que quería y WordPress me aburría. Pensé pasarme a Medium, pero no cambiaba la esencia.
También me planteé abandonarlo pero acabé revisando algunos posts publicados, otros inacabados y un inmenso inventario de ideas que me apetecía contar. Lo junté todo en un documento que fue la semilla de «El fin de la INERCIA».
HASTA UN CATÁLOGO NECESITA ESTRUCTURA
Empecé a escribir sin estructura.
Era la evolución natural del blog, escribir sobre lo que me apetecía sin un hilo claro que lo enlazara.
Meses después, cuando llevaba unas 50 páginas me di cuenta de que el contenido era interesante, pero se trataba de un collage sin estructura. Antes de seguir escribiendo debía crear un hilo argumental y hacer un inventario del contenido que quería incorporar.
El hilo conductor que decidí partía de demostrar que nos enfrentamos a algo nuevo para nuestra generación, pero no en nuestra historia. Continuaba describiendo el origen y porqué del cambio para acabar con una llamada a la acción: seamos conscientes de la importancia de nuestras decisiones y aprovechemos la oportunidad de crear una sociedad mejor.
Con este rumbo fijado me sentí más tranquilo. Empecé a pegar Post-its con las ideas de contenido que creía que mejor encajaban en cada etapa. Mi objetivo no era cerrar el índice final pero sí la dirección y contenidos principales sobre los que trabajar.
EL PROCESO DE ESCRITURA
Creo que nunca había escrito 300 páginas y, si digo la verdad, jamás me lo había planteado como un objetivo. Empecé a escribir sobre las ideas descritas en cada uno de los postits de forma inconexa. No escribía un libro sino posts extendidos pero inconexos.
Eso era importante porque el tiempo que tenía para escribir era limitado e inconstante. Algunas semanas conseguía sacar 1 o 2 horas antes de acostarme, otras conseguían dedicar un día entero del fin de semana, muchas otras nada. El no tener que mantener esa conexión inicial entre las ideas me permitía ser más productivo, fijarme objetivos a corto plazo y cumplirlos.
Escribir era un reto que en ocasiones llega a ser frustrante. No era fácil enfrentarse a un documento en blanco y en más de una ocasión pensé en dejarlo. Pese a ello, el volumen de lo escrito y el esfuerzo realizado me impulsaba a continuar. Escuchar música mientras escribía me ayudaba a relajarme y concentrarme, fue en ese momento cuando decidí que cada capítulo iría introducido por una canción. Debía ser una canción relacionada con el tema que, además, me hubiera ayudado en el proceso a superar los baches.
No se te escapará que gran parte de estos dos años han sido tiempos de COVID-19. Hemos vivido momentos duros y esto seguro que se refleja en el ritmo y contenido del propio ensayo. No he huido de ello porque creo que posiciona el contenido en un momento histórico, económico y social concreto.
DE NUEVO, LA ESTRUCTURA
Una vez escritas las ideas en documentos inconexos llegaba el momento de conectarlos. Lo hice secuencialmente y le di una primera lectura completa: ¡un desastre!
Las ideas inconexas una detrás de otras no mantenía una historia común sino que era una forma de collage caótico. Podíamos considerarlo una suma de historias, una compilación de mayor o menor interés, pero no transmitía lo que yo buscaba. Tocaba de reforzar el hilo conductor enlazando las ideas y eliminando la paja que me desviaba de la historia. También desarrollar mejor aquellas ideas que no tenían en el libro la importancia que tenían en mi cabeza. Llegó el momento de escribir el primer capítulo, la introducción que tratara de poner en contexto todo lo anterior. También era el momento de crear el índice y buscar un título. De nuevo, el rock venía a mi rescate en este caso partiendo de uno de mis discos de cabecera: Inercia de Lagartija Nick (1992).
RECURSOS GRÁFICOS
Durante la escritura había incorporado algunos gráficos que ayudaban a entender conceptos complejos o explicar la secuencialidad de ciertos eventos. Me parecía una parte importante pero no quería dedicarle demasiado tiempo. Al verlos todos juntos, de nuevo, el caos.
Tocaba rehacerlos todos buscando una estructura común, una coherencia. Algo que mantuviera la simplicidad original de considerarlos un acompañamiento que no debía destacar frente al contenido escrito pero que fueran claros, completos y de aspecto agradable.
REVISIONES, REVISIONES Y MÁS REVISIONES
Habían pasado unos 18 meses, tenía la primera versión de lo que empezaba a ser un libro.
En ese momento, llegó un momento de euforia. Imprimirlo por primera vez y leerlo me llevó a la conclusión de que no estaba tan mal como pensaba en mi cabeza. Muchos aspectos que pulir, mucho que mejorar pero no estaba tan mal.
A es revisión le siguieron otras 3. Después de la tercera llegué a la conclusión de que he pagado por libros bastante peores.
En paralelo a mis revisiones otras externas mucho más importantes que las mías:
- La de Ana que de nuevo me animaba a continuar con ideas, opiniones y matices.
- La de Ángel que además de comentarios sobre contenido me ayudaba con la forma para cumplir con los estándares de cualquier editorial.
BÚSCANDO EDITORIAL PARA EL FIN DE LA INERCIA
De nuevo, una experiencia frustrante a la que en mi caso he prestado demasiada poca atención. Mi recomendación en este punto es que si buscas editorial debes hacerlo tiempo antes dado que sus plazos no cubrirán tus expectativas.
En mi caso, tras un tímido intento gracias a Luis y Juanpe, decidí que no iba a esperar. En el libro hablo de la tendencia que tenemos a no esperar, a que todo sea inmediato, y esperar varios meses para que alguien se lea un borrador y te de su opinión no estaba en mis planes.
Una editorial aporta muchos aspectos que Amazon no: revisores profesionales (yo he tenido la suerte de contar con uno), presencia en librerías, marketing, gestión, etc.
Pero para los impacientes, Amazon es la solución. Te permite la autogestión de la publicación e incluso te permite imprimir borradores en papel reproduciendo la experiencia de compra y lectura que en un futuro percibirán tus lectores. Tiempo de espera desde que solicitas una copia hasta que la recibes: 4 días.
LA PRESENTACIÓN QUE NO HA SIDO
Una de las frustraciones del proceso. Me hacía especial ilusión era organizar una presentación en la reunir a compañeros, amigos y familia a modo de celebración para dar al botón de publicación juntos. Debía ser muy pronto, en una fecha especial, el 21 de septiembre.
Por desgracia, las complejidades logísticas que el COVID-19 me han llevado a cancelarlo.
Publicaré primero y quizá haga una celebración posterior cuando los aforos no estén limitados al 50% y sea posible poner unas tapas y unos vinos en un entorno más normal.
EL VÉRTIGO DE SALIR DEL ARMARIO
Tras 2 años disfrutando y sufriendo con mi hobby me encuentro a punto de la publicación.
Dado que no hay presentación me he tomado unos días más dejándome el fin de semana del 24 de septiembre para cerrar detalles y publicarlo el 26.
Es un momento de vértigo.
La euforia de haber (casi) cumplido el reto se combina con el temor de si estará a la altura de mis propias expectativas. Ante el temor que el miedo pudiera paralizarme en este salto al vacío busqué formas de que no hubiera marcha atrás:
- Decidir la fecha por adelantado, incluso sin saber si llegaré con todo listo.
- Contar a todo el mundo mis intenciones para que no haya marcha atrás. Este post forma parte de esta estrategia.
No pretendo grandes ventas, pero sí aportar valor. A mi me ha aportado mucho ayudándome a reflexionar sobre el mundo hacia el que nos dirigimos y la actitud que tomamos ante él. Si a los que lo lean, estén de acuerdo o no con mi aproximación, les ayuda a reflexionar la expectativa estará cumplida.
Mientras tanto, el temor lo combato puliendo cientos de detalles, publicando la web o redactando este mismo post.
ASPECTOS MONETARIOS DE UN ENSAYO DIVULGATIVO
Aunque se diga que hablar de dinero es feo, las finanzas siempre están presentes.
Si tengo en cuenta el dinero invertido y las horas disfrutadas (incluso descontando las sufridas) creo que como hobby es barato. Desde luego, más barato que esquiar y del estilo de tocar la guitarra. Quizá tras la publicación debería invertir en marketing si quiere incrementar las ventas pero, de nuevo, lo pensaré más adelante.
Lo que sí he decidido es que los pocos beneficios que esta iniciativa genere es donarlo por completo a alguna organización dedicadas para la mejora de la calidad de vida de personas con daño neurológico.
Se trata de un tema sobre el cual estoy especialmente sensibilizado, que afecta a personas de todas las edades y que probablemente nos afectará a la mayor parte en un momento en que nuestra esperanza de vida (física) no deja de aumentar.
Tengo alguna en perspectiva, pero nada decidido. Si quieres proponerme alguna asociación con este objetivo no dudes en contactarme.
LECCIONES APRENDIDAS
Si estás escribiendo tu propio ensayo divulgativo espero que mi experiencia te sirva para no cometer los errores que yo cometí. Por si no lo tienes claro, aquí van cinco puntos claros:
- Entender que es escribir el ensayo te llevará mucho tiempo y esfuerzo, debes estar motivado para cuando las fuerzas te fallen o las circunstancias te lo impidan.
- Arranca por la idea (la tenía clara) y fija una primera estructura antes de escribir, te ahorrará mucho esfuerzo.
- Piensa en los recursos gráficos a la vez que escribes. A mi me ayudó pero, a la vez, el no haber definido un estándar inicialmente me obligó a rehacerlos todos.
- Si quieres publicar en editoriales, no lo dejes para el final: es un proceso lento y requiere tiempo. Por el contrario, si quieres publicar en Amazon, estudia la forma de hacerlo: formatos, tamaños, etc. y empieza a escribir sobre las plantillas que la plataforma proporciona.
- Busca formas de combatir el vértigo de la publicación. Tu libro será mejor o peor pero es tuyo y el temor no puede paralizarte.
Además te recomiendo que leas a otros y te fijes. En mi caso, es como he aprendido lo poco que se de todo esto.
REFERENCIAS
Este post es muy diferente de lo que suelo escribir. Se trata de una experiencia personal y por tanto he empleado pocas referencias pero, en cualquier caso, aquí están:
ALICE IN CHAINS
Otros clásicos de los 90, en este caso con Nutshell. Siempre me gustó la colección de libros técnicos «in a Nutshell» (como «Linux in a Nutshell» o «Python in a Nutshell»). Quizá este post sea algo así como un «Assay in a Nutshell».
Os dejo con la fuerza y oscuridad de la voz del fallecido Layne Staley en su versión unplugged.